viernes, 17 de noviembre de 2017

LO QUE DEBES SABER SOBRE JAZZ

Los ingredientes principales de la música son las escalas, los acordes, el ritmo y la armonía. El propósito de la educación en el jazz es darte las bases necesarias para aprender a interpretar jazz o improvisar. ¡El músico de jazz es un compositor instantáneo! Las melodías que brotan de su instrumento se crean en su cabeza justo antes de ser interpretadas. La diferencia entre el improvisador y el compositor tradicional radica en que el “jazzista” no tiene un borrador que corrija sus errores instantáneamente, el “jazzista” practica muy duro y por largas horas para hacer de su cuerpo y de su mente el vehículo apropiado para ejecutar las ideas que se formulan en su mente.

El objetivo de todo músico de jazz es interpretar en su instrumento (o cantando) lo que suena en su mente. Practica escalas, acordes, arpegios, ejercicios en todas las posiciones que le ayudan a obtener la habilidad necesaria para liberar las melodías cautivas en su mente. ¡Intenta tocar lo que suena mentalmente en tu cabeza lo antes posible! En otras palabras, canta una pequeña melodía mentalmente, o en voz alta, y luego intenta interpretar las mismas notas y el mismo ritmo en tu instrumento, y estarás usando el mismo procedimiento de un músico de jazz para improvisar.

Interpretar requiere disciplina, es bueno establecer una rutina de práctica y la improvisación debe ser una parte importante de tu práctica diaria. Interpreta lo que suene en tu cabeza, puede ser lo que escuchaste en la tele, la radio, o alguna melodía que estás tarareando; esa es otra forma de entrenar tu oído. Así entrenas tu oído interno para guiar tus dedos hacia las notas que está oyendo instantáneamente y lo entrenas gradualmente para escuchar realmente la música y todos los componentes del producto final. Escucha atentamente a cualquiera tocando jazz o improvisando, puedes aprender tanto de las presentaciones en vivo como escuchando discos. Empieza tu propia colección y escucha lo que se ha grabado durante los últimos 80 años.

El viejo mito que dice: “Si no lo tienes, no lo tienes”, se basa estrictamente en la ignorancia y falta de habilidad (o falta de disposición) de los que pueden hacer música para enseñar lo que hacen a quienes creen que no pueden aprender.

En la mente se originan todos los pensamientos musicales. La boca (cantando) puede aproximarse a los tonos, ritmos y matices de lo que la mente escucha mejor que cualquier instrumento (saxofón, trompeta). Como el instrumento es un artefacto aparte que se debe aprender, es menos capaz de reproducir los pensamientos musicales de nuestra mente; de lo que se puede deducir que la persona mejor equipada técnicamente estará más cerca de interpretar en su instrumento los pensamientos de su mente.

Una de las razones por las que los grandes del jazz suenan diferente a como tu suenas, es el hecho de que ellos tienen muchos sonidos (escalas, acordes, patrones, ideas) a su disposición. El Esquema de Escalas puede ayudarte a descubrir nuevos sonidos. Practicar usando los ejercicios de este libro, o de “Como Tocar Jazz e Improvisar” Vol 1, te dará buenos fundamentos para tocar cualquier estilo musical.

“¡El jazz es libertad!” dijo Thelonious Monk. Muy a menudo nos rehusamos tomar ventaja de una oportunidad que nos puede aportar algo de crecimiento y libertad en nuestra expresión musical. Escuchar a los grandes del jazz es inspirador y provechoso. Piénsalo así: Practicar ejercicios, patrones, frases, escalas y acordes deben llevarnos a una creatividad más expresiva, no al aburrimiento.

¿Cómo empezar a improvisar? Muchas personas empiezan tocando de oído (dejando que su oído musical interno guíe su elección de notas y ritmos), este es un proceso de ensayo y error por el que la mayoría de los músicos (antes de 1965) debían pasar hasta aprender su oficio. De todas formas este método fortalece el oído del músico y es extremadamente valioso, todos deberíamos tocar de oído a diario. En la medida que entrenes tus oídos para diferenciar sonidos, te ayudarán también para hacer música. Entrenando tu oído y con el conocimiento de las escalas y acordes te sentirás mucho más cómodo para empezar a improvisar.

IMPORTANTE: No te quedes haciendo ejercicios y más ejercicios sin intentar improvisar, evita convertirte en una persona que toca ejercicios muy complicados pero no usa su energía creativa y la guarda para mañana. ¡Hazlo ahora! ¡Improvisa! Aunque solo uses unas pocas notas de la escala, empieza ahí. ¡Empieza! No lo dejes para mañana, el camino más largo empieza con un solo paso, hoy es el primer día del resto de tu vida, y la frase más larga empieza con una sola nota.

Que practiques escalas, acordes, patrones y ejercicios no significa que vas a sonar rígido y mecánico. ¡Tampoco que te convertirás en uno de los grandes del jazz! Aunque es una forma de llegar a serlo. Más que ningún otro elemento, la tradición del jazz se basa en escuchar, escuchar discos y cintas de jazz debería ser una parte de la rutina diaria de todo músico y no solo es divertido, también puedes absorber muchas ideas que después puedes incorporar a tus solos. Los discos de jazz contienen la mayoría de respuestas que buscas.

Tener buen oído significa tener la habilidad de conocer la raíz de los acordes, o escalas que están sonando, y al mismo tiempo poder escuchar su cualidad (si es un acorde mayor o menor, si es menor, de qué clase, pentatónico, disminuido, etc). Lo que significa la habilidad de indicar que tono de la escala o acorde está sonando en cualquier punto del solo - “¡ah, esa nota es la cuarta, pasa a la sexta y luego a la quinta!”; significa escuchar el piano, el bajo, el solista, la percusión, etc., individualmente así como colectivamente.

Hay muchos niveles de escucha. Algunos escuchan, otros ¡realmente escuchan! Y otros parecen escuchar e identificar casi todo lo que suena, parece que pueden cantar partes de solos que acaban de escuchar. ¿Cómo pueden ellos ESCUCHAR mientras que nosotros no logramos distinguir la raíz, la escala, las cualidades de la escala, o cual es el compás de la pieza musical? Han trabajado duro para llegar a identificar los sonidos que escuchan a diario y su deseo por improvisar los lleva a aplicar estos sonidos a su instrumento; también usan su mente y tiempo para descifrar las cosas armónica, melódica y rítmicamente. Puedes usar un diapasón que te ayude a identificar las notas si no estas usando un instrumento musical, lo puedes llevar contigo y entrenar tu oído donde vayas. Nadie sabe ni puede siquiera imaginar cuanta dedicación pone cada jazzista en su arte.

Consejos de práctica:

1. Practica con buen sonido. Sigue a los músicos (notas, ritmo), sostén las notas, no hagas staccato.
2. Procura que tus frases fluyan naturalmente, también cuando tocas ejercicios y escalas.
3. Canta mentalmente los ejercicios, las escalas y patrones mientras los vas tocando.
4. Si un ejercicio es difícil, baja la velocidad y luego auméntala gradualmente.
5. Escucha cada nota que tocas, que vaya con la misma idea en tu mente.
6. Sé paciente, no eres el primero en cometer errores.
7. Usa articulaciones de jazz cuando practiques ejercicios, escalas y acordes.
8. Improvisa un poco todos los días, ese es tu verdadero sonido, toca lo que escuchas en tu cabeza.
9. Crea el hábito de practicar en todas las 12 claves. Vol 21 y 24* son excelentes.
10. Aprende el blues en Si bemol y en Fa, claves de concierto.
11. Memoriza todo lo que puedas.

Si todos esperáramos hasta ser músicos perfectos antes de tocar un instrumento, no habría música en el mundo. Usa el mejor instrumento que puedas adquirir y estudia con los mejores profesores disponibles que te guiarán a través de la música tradicional y el jazz.

¡Usa tu imaginación! ¡Experimenta! ¡Arriésgate! ¡Mereces ser creativo! 

*Disponibles en www.jazzbooks.com.

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