Los ingredientes principales de la música son las escalas, los
acordes, el ritmo y la armonía. El propósito de la educación en el
jazz es darte las bases necesarias para aprender a interpretar jazz o
improvisar. ¡El músico de jazz es un compositor instantáneo! Las
melodías que brotan de su instrumento se crean en su cabeza justo
antes de ser interpretadas. La diferencia entre el improvisador y el
compositor tradicional radica en que el “jazzista” no tiene un
borrador que corrija sus errores instantáneamente, el “jazzista”
practica muy duro y por largas horas para hacer de su cuerpo y de su
mente el vehículo apropiado para ejecutar las ideas que se formulan
en su mente.
El objetivo de todo músico de jazz es interpretar en su instrumento
(o cantando) lo que suena en su mente. Practica escalas, acordes,
arpegios, ejercicios en todas las posiciones que le ayudan a obtener
la habilidad necesaria para liberar las melodías cautivas en su
mente. ¡Intenta tocar lo que suena mentalmente en tu cabeza lo antes
posible! En otras palabras, canta una pequeña melodía mentalmente,
o en voz alta, y luego intenta interpretar las mismas notas y el
mismo ritmo en tu instrumento, y estarás usando el mismo
procedimiento de un músico de jazz para improvisar.
Interpretar requiere disciplina, es bueno establecer una rutina de
práctica y la improvisación debe ser una parte importante de tu
práctica diaria. Interpreta lo que suene en tu cabeza, puede ser lo
que escuchaste en la tele, la radio, o alguna melodía que estás
tarareando; esa es otra forma de entrenar tu oído. Así entrenas tu
oído interno para guiar tus dedos hacia las notas que está oyendo
instantáneamente y lo entrenas gradualmente para escuchar realmente
la música y todos los componentes del producto final. Escucha
atentamente a cualquiera tocando jazz o improvisando, puedes aprender
tanto de las presentaciones en vivo como escuchando discos. Empieza
tu propia colección y escucha lo que se ha grabado durante los
últimos 80 años.
El viejo mito que dice: “Si no lo tienes, no lo tienes”, se basa
estrictamente en la ignorancia y falta de habilidad (o falta de
disposición) de los que pueden hacer música para enseñar lo que
hacen a quienes creen que no pueden aprender.
En la mente se originan todos los pensamientos musicales. La boca
(cantando) puede aproximarse a los tonos, ritmos y matices de lo que
la mente escucha mejor que cualquier instrumento (saxofón,
trompeta). Como el instrumento es un artefacto aparte que se debe
aprender, es menos capaz de reproducir los pensamientos musicales de
nuestra mente; de lo que se puede deducir que la persona mejor
equipada técnicamente estará más cerca de interpretar en su
instrumento los pensamientos de su mente.
Una de las razones por las que los grandes del jazz suenan diferente
a como tu suenas, es el hecho de que ellos tienen muchos sonidos
(escalas, acordes, patrones, ideas) a su disposición. El Esquema de
Escalas puede ayudarte a descubrir nuevos sonidos. Practicar usando
los ejercicios de este libro, o de “Como Tocar Jazz e Improvisar”
Vol 1, te dará buenos fundamentos para tocar cualquier estilo
musical.
“¡El jazz es libertad!” dijo Thelonious Monk. Muy a menudo nos
rehusamos tomar ventaja de una oportunidad que nos puede aportar algo
de crecimiento y libertad en nuestra expresión musical. Escuchar a
los grandes del jazz es inspirador y provechoso. Piénsalo así:
Practicar ejercicios, patrones, frases, escalas y acordes deben
llevarnos a una creatividad más expresiva, no al aburrimiento.
¿Cómo empezar a improvisar? Muchas personas empiezan tocando de
oído (dejando que su oído musical interno guíe su elección de
notas y ritmos), este es un proceso de ensayo y error por el que la
mayoría de los músicos (antes de 1965) debían pasar hasta aprender
su oficio. De todas formas este método fortalece el oído del músico
y es extremadamente valioso, todos deberíamos tocar de oído a
diario. En la medida que entrenes tus oídos para diferenciar
sonidos, te ayudarán también para hacer música. Entrenando tu oído
y con el conocimiento de las escalas y acordes te sentirás mucho más
cómodo para empezar a improvisar.
IMPORTANTE: No te quedes haciendo ejercicios y más ejercicios sin
intentar improvisar, evita convertirte en una persona que toca
ejercicios muy complicados pero no usa su energía creativa y la
guarda para mañana. ¡Hazlo ahora! ¡Improvisa! Aunque solo uses
unas pocas notas de la escala, empieza ahí. ¡Empieza! No lo dejes
para mañana, el camino más largo empieza con un solo paso, hoy es
el primer día del resto de tu vida, y la frase más larga empieza
con una sola nota.
Que practiques escalas, acordes, patrones y ejercicios no significa
que vas a sonar rígido y mecánico. ¡Tampoco que te convertirás en
uno de los grandes del jazz! Aunque es una forma de llegar a serlo.
Más que ningún otro elemento, la tradición del jazz se basa en
escuchar, escuchar discos y cintas de jazz debería ser una parte de
la rutina diaria de todo músico y no solo es divertido, también
puedes absorber muchas ideas que después puedes incorporar a tus
solos. Los discos de jazz contienen la mayoría de respuestas que
buscas.
Tener buen oído significa tener la habilidad de conocer la raíz de
los acordes, o escalas que están sonando, y al mismo tiempo poder
escuchar su cualidad (si es un acorde mayor o menor, si es menor, de
qué clase, pentatónico, disminuido, etc). Lo que significa la
habilidad de indicar que tono de la escala o acorde está sonando en
cualquier punto del solo - “¡ah, esa nota es la cuarta, pasa a la
sexta y luego a la quinta!”; significa escuchar el piano, el bajo,
el solista, la percusión, etc., individualmente así como
colectivamente.
Hay muchos niveles de escucha. Algunos escuchan, otros ¡realmente
escuchan! Y otros parecen escuchar e identificar casi todo lo que
suena, parece que pueden cantar partes de solos que acaban de
escuchar. ¿Cómo pueden ellos ESCUCHAR mientras que nosotros no
logramos distinguir la raíz, la escala, las cualidades de la escala,
o cual es el compás de la pieza musical? Han trabajado duro para
llegar a identificar los sonidos que escuchan a diario y su deseo por
improvisar los lleva a aplicar estos sonidos a su instrumento;
también usan su mente y tiempo para descifrar las cosas armónica,
melódica y rítmicamente. Puedes usar un diapasón que te ayude a
identificar las notas si no estas usando un instrumento musical, lo
puedes llevar contigo y entrenar tu oído donde vayas. Nadie sabe ni
puede siquiera imaginar cuanta dedicación pone cada jazzista en su
arte.
Consejos de práctica:
1. Practica con buen sonido. Sigue a los músicos (notas, ritmo),
sostén las notas, no hagas staccato.
2. Procura que tus frases fluyan naturalmente, también cuando tocas
ejercicios y escalas.
3. Canta mentalmente los ejercicios, las escalas y patrones mientras
los vas tocando.
4. Si un ejercicio es difícil, baja la velocidad y luego auméntala
gradualmente.
5. Escucha cada nota que tocas, que vaya con la misma idea en tu
mente.
6. Sé paciente, no eres el primero en cometer errores.
7. Usa articulaciones de jazz cuando practiques ejercicios, escalas y
acordes.
8. Improvisa un poco todos los días, ese es tu verdadero sonido,
toca lo que escuchas en tu cabeza.
9. Crea el hábito de practicar en todas las 12 claves. Vol 21 y 24*
son excelentes.
10. Aprende el blues en Si bemol y en Fa, claves de concierto.
11. Memoriza todo lo que puedas.
Si todos esperáramos hasta ser músicos perfectos antes de tocar un
instrumento, no habría música en el mundo. Usa el mejor instrumento
que puedas adquirir y estudia con los mejores profesores disponibles
que te guiarán a través de la música tradicional y el jazz.
¡Usa tu imaginación! ¡Experimenta! ¡Arriésgate! ¡Mereces ser
creativo!
*Disponibles en www.jazzbooks.com.
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