Improvisar, o tocar jazz, es la forma más natural de hacer música. Mucho antes de la invención de la imprenta había gente haciendo música con diferentes instrumentos, todos considerados músicos creativos. A través del tiempo, el arte de improvisar usando un instrumento fue perdiendo privilegio frente al arte impreso, pero el arte de la improvisación sobrevivió al siglo XX gracias a los músicos de jazz.
El jazzista de nuestros días no es igual al de los 30s, 40s o 50s. La influencia de la educación musical, el acceso a discos, videos y festivales de jazz ha permitido que la música llegue a mucha más gente; casi a cualquiera que esté dispuesto a intentar improvisar.
Por mucho tiempo, el mito de “si no lo tienes, no lo tienes” prevaleció en los círculos musicales alrededor del mundo. Si querías ser músico debías conseguir que te adoptara una familia de músicos, o por algún “golpe de suerte”, tener el ambiente adecuado en tu niñez más temprana y así por ósmosis aprender las frases pegajosas, al tiempo que desarrollabas ese gran oído de jazzista para que al interpretar tu instrumento pudieras sonar como tal.
El tiempo ha probado que estas ideas populares no eran verdad, nunca fueron verdad aunque muchos músico creían que lo eran, y eso es lo que da longevidad a una idea. Una vez que comenzaron a aparecer músicos con orígenes diferentes al ambiente del jazz haciéndolo bien, se hizo necesario revisar el mito, en especial si viene alguien e improvisa un buen solo sobre una progresión estándar como “Green Dolphin Street”, “Confirmation”, o sobre una escala de blues.
Aquí hay algunos de los ingredientes que se requieren para convertirse en un gran solista / improvisador / jazzista:
1. Deseo de improvisar.
2. Escuchar el jazz concienzudamente, tanto grabaciones como conciertos en vivo.
3. Un método de práctica. Qué y cómo practicar.
4. Una sección de ritmo para practicar e improvisar, un grupo o una grabación.
5. Autoestima, disciplina y determinación.
Cuando era un adolescente me preguntaba si algún día sería capaz de interpretar las melodías que oía en mi cabeza. No tenía un profesor de jazz así que escuchaba radio y discos e intentaba sacarle algunas ideas a los grandes del jazz, como Coleman Hawkins, Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Sonny Stitt, Chet Baker, Sonny Rollins y muchos más. Y si tuviera que empezar de nuevo, así es como lo haría:
Empezaría por aprender melodías sencillas en el instrumento como “Feliz cumpleaños”, o “¿Estrellita donde estás?”; escogería una nota en mi registro medio, Sol por ejemplo, y empezaría a tocar una de estas melodías. Cuando pueda tocarla bien, cambiaría la nota inicial y empezaría de nuevo, por ejemplo en Mi bemol, y seguiría haciendo este ejercicio empezando en notas diferentes hasta poder tocar la canción sin errores en diferentes notas. Luego intentaría con otra canción y haría lo mismo hasta poderla empezar en cualquiera de las 12 notas de la escala cromática. Esta es una excelente forma de acondicionar tus dedos y tu mente a trabajar en equipo para reproducir los sonidos que suenan en tu cabeza, y acortar la distancia entre los dedos y la mente.
La músicos de jazz siempre han tocado la música de su mente – la que oyen en su cabeza. No son personas especiales o superdotadas que nacieron con más talento que los demás, lo que si tienen es más ganas y disciplina. Su habilidad para escuchar una idea en su mente y luego interpretarla la consiguieron con la práctica.
Si se me acabaran las ideas para practicar escucharía a otros músicos. El deleite de escuchar a otros junto a la propia imaginación, renovará tus ideas musicales. Las respuestas a todas las preguntas musicales se pueden encontrar en grabaciones, por eso escucharlas es tan importante para el nuevo improvisador.
Por lo general se empieza improvisando sobre canciones como un blues en Si bemol o en Fa, “Satin Doll”, “Maiden Voyage”, “Summertime”. Estas canciones no tienen ritmos complicados ni armonías difíciles. Estas canciones están en el Vol 54 “Maiden Voyage” grabaciones de práctica.
Estos son algunos ejercicios que cualquier músico profesional de jazz ha hecho alguna vez. Hazlos sobre la armonía de la canción que estés aprendiendo o antes de improvisar:
1. Toca las primeras 5 notas de cada acorde.
2. Toca la triada de la escala (notas 1a, 3a, 5a de la escala).
3. Toca la escala completa desde la 1a hasta la 9a, y de vuelta.
4. Toca el acorde de 7a de ida y vuelta (1a, 3a, 5a, 7a, 5a, 3a, 1a)
5. Toca el acorde de 9a de ida y vuelta (1a, 3a, 5a, 7a, 9a, 7a, 5a, 3a, 1a)
6. Toca subiendo por la escala hasta la 9a y luego vuelve bajando por el acorde.
7. Toca subiendo por el acorde hasta la 9a y luego vuelve bajando por la escala.
8. Toca la escala en terceras subiendo y bajando.
Si tomamos los números 1, 2 y 3 de estos ejercicios y los aplicamos a los primeros compases de un blues en Fa, se vería así:
Una vez escuché al trompetista Woody Shaw calentando antes de un concierto, y me sorprendió porque yo pensaba que solamente los novatos usaban este calentamiento. Pensándolo bien, es la forma más práctica de abordar una nueva canción, al hacer esto acondicionas tu mente y tus dedos a las escalas y acordes que estarás usando luego mientras improvisas. ¡Parece muy obvio!
Deberías ser capaz de hacer esto con las progresiones, las escalas, y los acordes de cualquier canción sobre la que vayas a improvisar después. Esta ha sido una práctica estándar y lo ha sido por algún tiempo… Aprende los acordes y escalas que vas a usar antes de tocar. ¡Memorízalos también! Memorizar melodías, escalas y acordes le da coraje a la imaginación.
Hay quienes piensan que para tocar jazz no hace falta estudiar ni practicar escalas y ejercicios, sino “solo tocar”. Y yo me pregunto ¿eso que significa? ¿Quien puede “solo tocar” sobre “Giant Steps”, “Tune up”, “Confirmation”, “Star Eyes”, el blues y otras mil canciones con progresiones de acordes interesantes? El famoso saxofón alto Charlie Parker dijo, con sus propias palabras, que practicó de 11 a 15 horas diarias por un período de 3 a 4 años. Si charlie Parker fue un genio, como piensan muchos, eso lo consiguió a través de la práctica. Tengo una grabación en la que lo dice junto a Paul Desmond. También tengo otra en la que dice a los 16 años (después de que se burlaron de él en un club, por no saber que la idea es tocar la misma canción que el resto de la banda), “nunca me detuve a pensar si había otras claves, ni nada por el estilo”. Así que él empezó como la mayoría de nosotros pero eventualmente descubrió que era el capitán de su propia nave, tomó al toro por los cuernos y se sumergió en el maravilloso mundo del jazz -el mundo de la improvisación, la armonía, el ritmo, la melodía, la creatividad, la imaginación y la vida.
Si te has preguntado alguna vez porqué los profesores hacen empezar a sus estudiantes con ejercicios de digitación, o producción de tono (en instrumentos de viento) y escalas, pienso que es para dar buenas bases a tu imaginación. Tu instrumento refleja tu personalidad musical.
Transcribir solos de las grabaciones puede ser la mejor forma de descifrar lo que el profesional está haciendo para que todo suene tan bien. Cuando analizas solos puedes encontrar datos importantes:
1. ¿Con qué nota de la escala empieza las frases?
2. ¿Con qué nota de la escala termina las frases?
3. ¿Usa un rango amplio o reducido (tesitura)?
4. ¿Usa tonos del acorde en su frase?
5. ¿Usa escalas o partes de escalas?
6. ¿Tiene frases favoritas que aparecen una y otra vez?
7. ¿Usa escalas cromáticas (fuera del acorde básico)?
8. ¿Usa tonos de paso?
9. ¿Si usa la repetición y cómo la usa (rítmica, melódica o armónicamente)?
10. ¿Usa silencios? ¿Qué tan seguido, hay algún patrón?
11. ¿Construye su solo? ¿Parece contar una historia o tener algún propósito?
12. ¿Usa los tonos del acorde (1a, 3a, 5a) en los golpes 1 y 3 en compases de 4/4?
13. ¿Incorpora escalas sustitutas sobre las escalas o acordes básicos?
14. ¿Dobla el tiempo en alguna frase?
15. ¿Usa escala de blues? ¿Que tanto?
16. ¿Usa secuencias en sus interpretaciones?
Después de más de 50 años trabajando con músicos de todos los niveles, encuentro como una necesidad fundamental expresarse a través de improvisaciones en el instrumento. Tocar jazz es el camino que estos músicos han escogido.
La creatividad y el uso de la imaginación es esencial para nuestro bienestar como humanos en este planeta. Somos seres creativos, con un poco de guía cualquiera puede aprender a improvisar y deleitarse en los frutos de expresarse musicalmente. Realmente no hay nada que temer, la vida es exactamente lo que hacemos de ella.
El Oído Autodidacta aprende de todo lo que escucha y se da mañas de leer, también se entrena para entender mejor lo que oye y sonar cada vez más claro.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
VALORES, LA MÚSICA Y EL ALMA
“El entrenamiento musical es más potente que cualquier otro instrumento, porque el ritmo y la armonía encuentran el camino a ...
-
Las siguientes entradas a mi blog serán traducciones del texto original en inglés “Jazz Handbook” de Jamey Aebersold que se puede adqui...
-
ESCALA CROMÁTICA Y EL TECLADO 1. Las notas suben a medida que te mueves hacia la derecha del teclado. La parte alta del...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario